Mons. Andrés Stanovnik, Presidente de CELAF, comparte con nosotros esta reflexión a modo de editorial del mes de noviembre. En ella, nuestro Pastor aborda el reciente anuncio del Papa Francisco sobre la realización de un Sínodo que tendrá como temática principal la Familia y que se realizará durante el mes de octubre de 2014.
¡Un Sínodo extraordinario para la Familia!
Lo anunció el Papa Francisco para el próximo año. El tema para este encuentro extraordinario es nada menos que la familia. El Santo Padre lo expresó de esta manera: “Los desafíos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización”. La fecha prevista es del 5 al 19 de octubre de 2014, vale decir, dos semanas completas en las cuales la Iglesia abordará el tema crucial de la familia, de la cual el Papa afirmó hace poco que es el motor del mundo y de la historia.
El hecho de colocar el tema de la familia en el contexto de un sínodo extraordinario, denota, por una parte, la urgencia de su tratamiento y, por otra, la extrema importancia que reviste ese argumento para el momento que nos toca vivir. Recordemos que fueron solamente dos los sínodos extraordinarios convocados hasta el presente: el primero fue en el año 1968, a los tres años de finalizado el Concilio Vaticano II, sobre la Colegialidad episcopal; y el siguiente se realizó en el año 1985, con ocasión del vigésimo aniversario del Concilio, sobre el tema “Conmemoración, evaluación y promoción del Concilio Vaticano II. Y hoy, a casi tres décadas de aquel sínodo, estamos en vísperas de un nuevo sínodo extraordinario.
En la memoria tenemos aquel sínodo ordinario del año 1980 sobre la “Misión de la familia cristiana en el mundo contemporáneo” que dio lugar a aquella gran Exhortación Apostólica que conocemos como la Familiaris Consortio y la Carta de los derechos de la familia. Han pasado más de treinta años desde aquella Exhortación. Durante este tiempo se fueron gestando profundos cambios culturales, que tocan los fundamentos de la vida humana, de la familia y del matrimonio, de la comprensión misma del ser humano, y de toda la familia humana. El tema reviste una trascendencia tal, que no es suficiente que el mismo sea abordado únicamente en las Iglesias particulares, sino que exige un tratamiento de toda la comunidad eclesial. Así lo entendió el Santo Padre al convocar un sínodo sobre la familia.
Recibimos con inmenso gozo esta noticia. Que las enormes expectativas que suscita la convocatoria del Papa Francisco nos comprometa desde ya a orar por él en familia, pidiendo al Espíritu Santo luz y sabiduría para el camino de preparación y realización de este gran acontecimiento eclesial.
+Andrés Stanovnik
Presidente de CELAF