Texto completo del comunicado Durante este año, la consigna de la Iglesia es “celebrar la vida”. La vida es un don, es el sí que Dios ha dirigido por siempre a cada persona. El hombre está llamado a la alegría, pero son muchas las formas de sufrimiento y dolor que experimenta.
Así, los mayores y ancianos, que merecen especial atención ven vulnerados sus derechos dentro de su misma familia y dentro de la sociedad.
El maltrato de múltiples formas: desapego, salud mal atendida, falta de ética médica, abusos, malos tratos tanto físicos como psíquicos, son propiedades comunes en esta sociedad corrompida.
El «control» excesivo sobre su libertad, se transforma en maltrato, mina su estima y desvaloriza su potencial.
El anciano ha de ser valorado, escuchado, respetado.
Las comunidades deben crear conciencia de la existencia del maltrato y elaborar estrategias y recursos para prevenir y sensibilizar a la sociedad con miras a una verdadera promoción humana.»+