(Fuente AICA): Los obispos de la región Patagonia Comahue aseguraron que “todos tenemos sed, no sólo de agua, sino de Dios, de un ser trascendente que calme nuestras ansiedades, nuestra búsqueda de felicidad, nuestro deseo de eternidad, que dé el verdadero sentido a la vida”.
“En esta Navidad reconocemos abiertamente que tenemos ‘sed de Dios’ y que necesitamos recibirlo en ese Niño ‘envuelto en pañales’ nacido en Belén”, destacaron en un mensaje navideño conjunto.
Los prelado patagónicos señalaron que “el Dios que nos presenta la Navidad es el Dios de la Vida”, e indicaron que “cuando en una familia nace un nuevo miembro, todos están contentos, felices y la vida se renueva en cada uno. Y al mismo tiempo nace el compromiso de cuidarla, protegerla, ayudarla a que se desarrolle”.
Sin embargo, reconocieron con “preocupación” que en nuestra sociedad “no siempre se permite a un niño nacer, y que no siempre se procura que la vida de los que han nacido sea plena y total. El aborto, la violencia familiar, la pobreza, la falta de una vivienda digna, de una educación de calidad para todos, de una salud pública eficaz: son otros tantos elementos que impiden el nacimiento y el desarrollo de una vida verdaderamente humana”.
Asimismo, afirmaron que “en esta Navidad con el apóstol Pablo decimos ‘Bendito sea Dios Padre que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes’. Bendición que hacemos propia por medio del Bautismo. En el Bautismo, Dios Padre nos ha donado su vida, nos ha hecho hijos suyos y nosotros lo hemos reconocido y crecemos reconociéndolo como Padre nuestro”.
“Este ser hijos de Dios es nuestro compromiso de vida, es como nuestro ADN y comporta nuestra actitud de servicio a la vida, a la familia de los hijos de Dios (la Iglesia) y a toda la sociedad. La misma actitud que tuvo Jesús y que les enseñó a los Apóstoles a tener. No podemos quedarnos con los brazos cruzados, sin hacer nada. Al contrario, estamos todos invitados a desarrollar los dones que Dios nos ha dado para el bien de todos”, subrayaron.
Los obispos patagónicos sostuvieron que “la Navidad demuestra claramente que Dios confía plenamente en nosotros hasta enviarnos a su mismo Hijo a vivir con nosotros. ‘¿Cuál es nuestra respuesta?’ ¿Nosotros le respondemos con nuestra fe en Él y nuestra vida cristiana?”, y concluyeron deseando: “¡Feliz Navidad y abundantes bendiciones para el 2012! Dios nos bendice y espera que cada uno sea bendición suya para los demás”.
El mensaje está firmado por los obispos Virginio Bressanelli SCJ, de Neuquén; Marcelo Cuenca, de Alto Valle del Río Negro; Miguel Ángel D’Annibale, auxiliar de Río Gallegos; Joaquín Gimeno Lahoz, de Comodoro Rivadavia; Esteban Laxague SDB, de Viedma; Fernando Maletti, de San Carlos de Bariloche; Juan Carlos Romanín SDB, de Río Gallegos; José Slaby CSsR, de la Prelatura de Esquel; Miguel Hesayne, emérito de Viedma; Marcelo Melani SDB, emérito de Neuquén; y Néstor Navarro y José Pedro Pozzi SDB, eméritos de Alto Valle del Río Negro.+
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