Señor, por el misterio de tu encarnación,
danos la gracia de que nuestros hogares imiten la humildad,
la calidez y la receptividad de tu pesebre
y que nuestras familias vivan y expresen, como Jesús, María y José, una unidad inquebrantable, un desinteresado y generoso
espíritu de servicio y de solidariddad
y una firme actitud de promoción, protección y defensa de la vida.
Comisión Episcopal de Laicos y Familia
Secretariado Nacional para la Familia