Convocado por el Departamento de Familia, Vida y Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano y del Caribe (CELAM), se realizó en la Casa de Encuentros “San Pedro Claver”, en Bogotá, Colombia, del 21 al 25 de agosto de 2017, el III Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Pastoral Familiar, con la presencia de matrimonios, presbíteros y obispos. Participaron más de 60 delegados de los equipos nacionales de Pastoral Familiar de los países de América Latina y del Caribe.
Este Encuentro ha sido un espacio de oración, formación, reflexión y diálogo sobre el liderazgo y la participación de la familia en la misión de la Iglesia y la gestación de una sociedad más solidaria, convencidos de que “el anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia” (AL 1).
Los participantes reflexionaron, iluminados por la Exhortación Amoris laetitia del papa Francisco, sobre los caminos para saber acompañar, discernir e integrar a las familias a la vida de las Iglesias particulares.
Asimismo, se revisaron las orientaciones generales de la pastoral familiar en Latinoamérica y el Caribe, lo cual se espera que sea un hito en la programación de los planes de las diferentes pastorales familiares del continente.
Compartimos el testimonio del matrimonio Pérez Campos, quienes representaron al Secretariado Nacional para la Familia durante el Encuentro:
Hemos vivido con gozo, agradecimiento y esperanza el III Encuentro Latinoamericano y del Caribe de Pastoral Familiar, organizado por el CELAM en Bogotá, Colombia.
Encontrarnos con los responsables de la Pastoral familiar de las distintas Conferencias Episcopales significó entrar en comunión con quienes buscan formas atrayentes de liderazgo para anunciar la buena noticia de la familia, animados por el espíritu de Amoris laetitia. Cada país, con sus luces y sus sombras, confirmó la efectiva acción del Espíritu Santo a través de la creatividad para dar respuestas a las necesidades y desafíos de sus propios lugares.
El viaje de por sí exigió una salida física- geográfica larga y fatigosa, pero paralelamente también requirió una salida de los límites propios, comunitarios y nacionales, para recordar una vez más que es Dios quien se vale de nuestra disponibilidad para obrar según su plan y no por nuestras capacidades o ingenio.
Como agentes de pastoral familiar hemos comprobado una vez más nuestras propias fragilidades y la imperiosa necesidad de una conversión, que nos demanda practicar la escucha evitando juicios sobre la labor de los otros, y procurando que todo sea una inspiración para nuestro servicio, sin perder de vista que lo sustancial es darle espacio a Jesús que siempre camina con nosotros.
Materiales del Encuentro
Presentación y objetivos del Encuentro
Experiencia argentina (presentación de los delegados de Pastoral Familiar de la Conferencia Episcopal Argentina)