(Fuente: AICA) El arzobispo de Tucumán, monseñor Alfredo Zecca, lamentó que toda la alegría de la resurrección de Jesucristo, que es el triunfo de la vida sobre la muerte, “se vea ensombrecida porque en la Argentina la Suprema Corte de Justicia ha producido un penoso fallo que, interpretando de modo laxista el antiguo artículo 86 del Código Penal, ha concretado la no penalización del aborto en caso de violación”.
“No soy jurista y, por lo mismo, dejo a los especialistas la crítica de sus fundamentos. Pero salta a la vista de cualquiera su contradicción: se reconoce la existencia de vida desde la concepción para, luego, declarar que la vida no es un valor absoluto. La vida fruto de una violación puede ser impunemente eliminada mientras que la que no proviene de una tan lamentable situación queda preservada. ¿No se trata acaso de una flagrante contradicción y discriminación? Además, la corte que no castigaría con pena de muerte al violador castiga con un crimen al fruto de una violación. ¿Qué clase de justicia es ésta?, interpeló en un artículo publicado en el diario La Gaceta.
El prelado consideró, además, que “lo que resulta aún más grave es que este fallo esté abiertamente contra la Constitución Nacional que, en el artículo 75 inciso 22, ha incorporado tratados internacionales, de jerarquía superior al derecho interno, que defienden el carácter de persona de todo ser humano y reconocen su derecho al respeto de su vida”, y recordó que la Constitución de la Provincia de Tucumán, en su artículo 40, inciso 1°, reconoce también el derecho “a una existencia digna desde la concepción con la debida protección del Estado a su integridad psicofísica con la posibilidad de disponer de una igualdad en las oportunidades”.
“Como pastor, y no fundándome en la fe cristiana y católica, sino en el Derecho Natural, uno de cuyos mandamientos es ‘no matar’ no puedo callar cuando los medios de comunicación informan que el gobierno provincial que, en general está a favor de la vida, insta al apoyo del fallo judicial con el argumento de que no se puede desobedecer a la justicia. Me parece que estamos ante una gran confusión. Se interpreta un fallo que contradice la Constitución Provincial y la Nacional como si fuera una ley”, cuestionó.
Monseñor Zecca dijo estar convencido de que “es necesario un diálogo sereno y veraz que no permita que la Argentina instrumente, mediante protocolos de dudosa validez jurídica, la interrupción de embarazos por vía del aborto en casos de violación”.
“Resulta paradójico y dramático que estos anuncios se hagan, precisamente, en Semana Santa. Cuando la Iglesia celebra el triunfo de la vida sobre la muerte se pretende instaurar lo contrario: el predominio de la cultura de la muerte sobre el don sagrado y absoluto de la vida, y de la vida inocente”, criticó.
Por esto, rogó a los poderes provinciales, Ejecutivo, Legislativo y Judicial, a los políticos, a los juristas, y especialmente a los médicos, a que “se pongan a la altura de la gravedad de las circunstancias. Especialmente los médicos deben hacer valer su derecho a la objeción de conciencia y negarse a practicar abortos en cualquier caso que fuera. Nunca se justifica el crimen, y menos el de un inocente que no puede defenderse”.
“Desgraciadamente la Argentina, como en tantas cosas, también en este terreno del aborto está ‘de ida’ cuando los países que lo aprobaron ‘vienen de vuelta’. Por poner un ejemplo, en Italia, que aprobó el aborto en 1978, crece en grandes proporciones la objeción de conciencia de los ginecólogos y, en general, de todo el personal sanitario”
Por último, monseñor Zecca exhortó a los fieles católicos y a todos los tucumanos a “obrar a conciencia en un asunto tan grave y reitero mi disposición al diálogo franco y abierto con las autoridades porque confío en su buena voluntad y disposición a buscar la verdad, aseguro mi oración y deseo a todos una feliz Pascua de Resurrección. Que el Señor de la Vida disipe las tinieblas de nuestros corazones con la luz de la Verdad”.+
Texto completo de la editorial http://www.aica.org/docs_blanco.php?id=1452